Yo soy Cristiano

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Mostrando entradas de febrero, 2015

Música que edifica - Marcos Vidal

febrero 23, 2015

Nuestra única esperanza está en las manos del Señor. Fuera de Él solo hay confusión, afán y mucho dolor. Cuando llegue el momento de despojarnos de este cuerpo, de esta vestidura de tejidos de carne, lo único que contará será el FAVOR INMERECIDO de DIOS operando en nuestras frágiles vidas. Claro que no es fácil vivir. Claro que aun siendo fieles hemos de tener pruebas y dolor. Pero, en CRISTO la victoria es segura. Sencillamente está garantizada por su sangre. Por eso hoy te invito a que con todas las fuerzas de tu corazón le des gracias. Sí, que seamos agradecidos por su paciencia a pesar de nuestras muchas rebeliones. Serafín Alarcón Carrasquillo / tablitas1.blogspot.com

Acércate a DIOS

febrero 16, 2015

Si estás pasando por momentos en donde la debilidad espiritual se asoma, te invito a que dejes todo lo que estás haciendo y vayas a él en oración. Si has caído, acércate a Él en arrepentimiento profundo, y confiesa que no eres digno de ser llamado su hijo. Te aseguro que has de recibir su abrazo y su perdón. Dejemos que él moldee nuestros corazones y por fin aprendamos a regocijarnos en Su gracia, en su misericordia y en su infinito AMOR. - SA

Quiero agradar a DIOS

febrero 13, 2015

2 de Timoteo 1:-3-4 -Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. La Palabra de Dios sin duda es como ese espejo en donde muchas veces no nos queremos mirar. Esa ventana que preferimos no abrir pues si lo hacemos, la brisa que entra nos mojaría de demasiadas vergüenzas. Y es que, como soldados del verdadero Dios, no podemos abandonar nuestra responsabilidad de velar por nuestras almas y la de los que nos rodean. Que los asuntos del mundo, son del mundo. Que como genuinos creyentes debemos enfrentar sus invitaciones con valor y disciplina. Sé que a veces se nos hace difícil luchar con alguna debilidad, con alguna inclinación que poco a poco nos va carcomiendo y alejándonos de Dios y de nuestros seres queridos. Un vicio, una de esas tragedias ocultas que jamás deseáramos la gente supiera de nosotros. Entre las muchas exhortaciones que el Apóstol Pablo le hace a