No te rindas

**Descansa en sus manos* Siempre me han llamado la atención las pequeñas avecillas cuando estas entran sin querer en nuestros recintos. Un espacio aéreo peligroso y sobre todo hostil. Mientras caminaba en un centro comercial, vi como un pájaro pequeño volaba adentro intentando no chocar con las paredes. Una y otra vez voló en círculos hasta estrellarse con lo inevitable. Allí, parado en el suelo, se arrimó al marco de la puerta de salida como quien espera un milagro. Entonces tomé la iniciativa y me acerqué hasta donde estaba. Fue casi milagroso ver como aquella avecilla se quedó totalmente quieta mientras yo le tomaba en mis manos. Una vez fuera, el pajarillo voló hacia un árbol que estaba en el estacionamiento. Igual a aquella ave, muchas veces nos encontramos luchando con los problemas y los afanes de la vida. Luchando con nuestras propias fuerzas y sobre todo dependiendo de nuestras limitadas capacidades. ...