Jesús nos muestra que la única manera de llevar una vida buena de veras es permanecer cerca de Él, como un pámpano unido a la vid. Separados de Cristo, nuestros esfuerzos no llevan fruto. Cuando no perseveramos con fe, los caminos hacia el desastre son asunto seguro. Persevera y permanece.

Permanece y persevera

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