JESUCRISTO CUMPLE

Jesucristo cumple Isaías 40:30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. *El Señor SIEMPRE cumple sus promesas* Los seres humanos somos como la hierba o como las flores a los que irremediablemente un día les tocará marchitarse. Somos mortales, pero la Palabra de Dios es eterna. Los hombres cambiamos de opinión, según nuestros caprichos, según nuestros propios intereses. Hacer el bien a todo el mundo, no hablar mal de nadie y reflexionar bien antes de abrir la boca muchas veces se nos hace difícil. Respirar profundo y callar cuando sentimos ganas de explotar seguro es un reto para muchos. En fin, que luchar por ser mejores nunca es cosa fácil. Pero de nuevo, Dios permanece firme y sobre todo confiable. Un pastor que, con amor, cuida y guía a su rebaño por los senderos de la vida. Fuerte y poderoso, sin dejar de ser paciente y amable. Jesús, el BUEN PASTOR, el carpintero que repara las ventanas y las puertas de nuestra frágil existencia, camina con nosotros. Buscar la paz y admitir nuestros errores es de gente espiritualmente madura. No ser cómplices en las discusiones e injusticias es imprescindible para que la obra del Espíritu Santo tome forma concreta en nuestra vida. Sin duda ejercitar la paciencia con todos, aun con los que nos hacen mucho mal nos hace bien. A veces hacer la voluntad de Dios requiere renuncia, humildad y fe. Juan 10:14-15-Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. El vivir de por sí no es un ejercicio fácil. La vida está llena de retos y circunstancias que, sin fe, no las podríamos superar. Simplemente, quedamos exhaustos de tanto ir y venir, de las dificultades y la lluvia de retos que no dejan de caer. Ser testigo del Señor en una sociedad como en la que vivimos no es fácil. Un mundo lleno de invitaciones a hacer lo que casi siempre a Dios desagrada. Tanta desgracia alrededor tampoco anima a muchos y cuando vemos como algunos creyentes enfrentan la pelea, nos quedamos sin aire... Viendo las cosas así, parecería imposible que el ser humano viniese al arrepentimiento. Que no quedaran personas con la fe necesaria para hacer la diferencia en nuestra sociedad. Estoy seguro de que me entiendes... Porque, que mucho llueve y sopla el viento de tormenta para algunos. Y, aun, la gente más fuerte se cansa, pero por el poder de la fe nunca han de desfallecer. *El Señor SIEMPRE cumple sus promesas* Hebreos 11.1-Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. El Señor nunca está demasiado ocupado para escucharnos y apoyarnos. Su gracia es nuestra fuerza, es nuestro combustible. Su amor y misericordia nos sostienen de forma sobrenatural. La fe que viene de lo alto puede lograr mover ríos y montañas. Estoy convencido de que no hay lepra, no hay ceguera espiritual que Jesús no pueda arrancar de nuestras vidas. Cuando admito y reconozco que soy nada sin mi Dios, mis veredas se amplían y mi espíritu descansa. La luz de Jesucristo puede habitar en mí si primero le confío mi vida, la de mi familia y la nación a la que pertenezco. Por más pruebas, desatinos y ataques que vengan del mal, todo está sujeto al soberano dictamen del Señor para cada uno de nosotros. Solo Él nos ayuda, Él dio su vida por nosotros. Muchas veces he tenido que enfrentar retos intimidantes. Cuando llego a ese punto tengo que admitir que sin CRISTO nada útil puedo hacer. Si aún estoy de pie es por la piedad de Dios. Todos buscamos esa paz perfecta y completa, ese amor que nos haga sentir seguros y protegidos. Solamente Jesús puede ofrecer tal gracia. Amor verdadero, un amor que no daña, que no es egoísta. Un amor que sana y restaura. En la medida en que nos damos a otros sin esperar algo a cambio, poco a poco se va cumpliendo el propósito del Señor. Cuando servimos al prójimo con amor construimos un puente que nos lleva por encima de aguas turbulentas. *El Señor SIEMPRE cumple sus promesas* Entonces, libres de rencores, de envidias, vemos como la piedad de CRISTO permea en nuestro diario vivir. No me he rendido y persevero en la lucha por medio de su inconmensurable piedad. Esa misma piedad que acompañó por casi 100 años a Noé para construir el arca. Esa piedad, ese favor inmerecido que inspiro a David para enfrentar un gigante aun siendo un joven adolescente. Para poder amar como ama Dios, es necesario perdonar y ser humildes en ese acto. Se hace obligado imitar a Jesucristo en toda faena. Comenzar por derribar las estatuas que hemos levantado de nosotros mismos. Aprender a desligarme de mis posesiones materiales y de mis intereses propios. Que no queden escombros del pasado, limitándome a plenamente expresar el verdadero AMOR; un amor como el de DIOS. *El Señor SIEMPRE cumple sus promesas* Jeremías 33:3-Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Clamar se hace entonces más que evidente. ¿Clamar? No hay otra medicina para el alma cansada y afligida. Ese clamor que brota desde los adentros como manantial que unge el alma. Clamor que abre puertas jamás imaginadas. Ese llanto y suplica de fe que renueva nuestras fuerzas. Que siembra claridad en nuestras mentes y nos catapulta a una victoria sin paralelos. Solo medita, ¿Cómo pudo un jovencito vencer en batalla a un gigante? Por la GRACIA de Dios. Por su bendita gracia que nos levanta en medio de la enfermedad, la perdida de empleo, la traición de un supuesto amigo. Isaías 41:8-10-Pero tú, Israel, siervo mío, eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham, mi amigo. Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. El Espíritu Santo nos capacita y nos eleva por encima de las confusiones y dificultades de la vida. CRISTO nos ayuda y nos insta a estar listos para escuchar su voz y no la de nuestro corazón que suele ser engañoso y perverso. Por eso debemos ser pacientes cuando nos pida que esperemos con fe el cumplimiento de todas sus promesas. *El Señor SIEMPRE cumple sus promesas* Filipenses 1:6 -Estoy seguro de que Dios, que comenzó a hacer su buena obra en ustedes, la irá llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese. Jeremías 29:11-Sé muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice el SEÑOR, son planes para su bienestar, no para su mal. Son planes de darles un futuro y una esperanza. Salmos 28:7 -Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré. Jesucristo ha comenzado una hermosa, una maravillosa obra en ti. De eso no tengo duda. Recuerda: *El Señor SIEMPRE cumple sus promesas*